La segunda campaña de excavaciones arqueológicas en el yacimiento de Huércal la Vieja está consolidando la hipótesis de que se trata de un granero fortificado de los siglos XII al XIV. Los trabajos, impulsados por el Ayuntamiento de Huércal-Overa y dirigidos por el arqueólogo José María M. Civantos, han descubierto numerosas estructuras nuevas en los primeros cuatro días de actividad.
El proyecto cuenta con la colaboración de Memolab Laboratorio de Arqueología Biocultural de la Universidad de Granada y el Consejo Superior de Investigación Científicas. Los hallazgos incluyen una calle principal central y callejones perpendiculares que daban acceso a las celdas del granero, las cuales también funcionaban como desagües.
Los arqueólogos han recuperado varias piezas cerámicas, principalmente de almacenamiento, que refuerzan la interpretación del yacimiento como granero. La ausencia de metales y semillas carbonizadas sugiere un abandono programado e intencionado del lugar, según explicó Civantos.
El alcalde Domingo Fernández destacó las mejoras realizadas en el acceso al yacimiento, especialmente en el tramo final que permite entrar por la puerta original del sitio. El Ayuntamiento tramita la contratación de una empresa para la consolidación de las estructuras desenterradas, que incluye sellados en pavimentos, enlucidos y muros para prevenir infiltraciones.
Los datos preliminares indican la existencia de alrededor de 53 celdas visibles en superficie, aunque se estima que existen más y que muchas podrían haber tenido dos plantas. Una de las hipótesis principales sugiere que este granero fue gestionado de forma comunal entre las antiguas Huércal y Overa.
La excavación permanece abierta al público en horario de mañana para que los vecinos puedan observar los trabajos. La concejala de Cultura y Turismo, Juani Egea, anunció un taller de lavado de cerámica el 2 de julio y la presentación oficial de resultados el 3 de julio.
